Asturias es un bálsamo para el alma, una ruptura con la rutina y un
encuentro con uno mismo. Por si esto fuera poco, puedes vivir
experiencias enriquecedoras que te cargaran las pilas y llenaran tu maleta de
fuerza y alegría para seguir disfrutando del día a día.
Una de ellas es la visita desde las Casas
rurales en Asturias, a la Olla de San Vicente , una poza o laguna natural , de color verde azulado ,
que llama la atención por su belleza, en medio del río Dobra, que por su forma
los lugareños empezaron a llamar hace tiempo la Olla y donde el baño esta garantizado.
La Olla de San Vicente es un lugar de xanas y de misterio...
el río, los torrentes y la laguna, los verdes campos y los árboles o arbustos,
forman un conjunto natural precioso, donde viven aún animales como las nutrias,
junto con multitud de aves (como el martín pescador y el mirlo acuático),
además de las truchas. Y, por supuesto en toda esa zona son numerosos los
corzos, jabalís, zorros, ardillas, etc.
El paisaje de esta zona es maravilloso. El río Dobra
atraviesa por lugares de una inusitada coloración verde, tanto camperas y vegas
como bosques de especies arbóreas autóctonas, a la sombra del macizo occidental
de los Picos de Europa.
Desde San Román, debe irse hasta Cangas de Onís, desde allí coged la carretera N-625 que sale en dirección al Puerto del Pontón , y a
unos seis kilómetros, tras pasar un pueblecito que se llama Tornín veréis a la
izquierda de la carretera un restaurante, llamado Puente Dobra. Dejar el coche allí mismo. Muy
cerca se inicia el camino.
Inicio del camino |
El camino está perfectamente trazado hasta la Olla de San
Vicente y no existe ninguna pendiente de mención. Además del atractivo del río
y la naturaleza circundante, encontramos a nuestro paso buenos ejemplos de
arquitectura tradicional en forma de cabañas , y alguna otra construcción más
antigua como el puente de piedra romano o Puente Viejo, a unos 200 metros de iniciarse
el recorrido.
Atravesando el puente comienza otra ruta muy atractiva, la senda
del Arcediano. Desde el Puente Viejo podemos entretenernos observando el curso
del Dobra y la belleza del lugar.
Antes de llegar a la Olla de San Vicente nos iremos
encontrando más pozas y ollas, profundas y claras que va llenando otro agua en
movimiento, con una vitalidad extraordinaria. En nuestro pequeño recorrido nos
encontramos todas las posibilidades del aseo humano: bañeras, duchas en forma de
cascada, jacuzzis, piscinas… En derredor crece la vegetación, aseada y nutrida
por ese mismo agua del Dobra. En nuestro camino observamos amplias manchas de
bosque autóctono floreciendo en las orillas. Fresnos, arces, olmos, alisos,
sauces… Según vamos ascendiendo aparecen los castañares, robledales y hayedos.
No nos desviaremos ,siguiendo en paralelo el trayecto fluvial. Continuamos por la pista hasta desembocar en un pequeño valle denominado La Pandiella , donde hay unas cabañas, pradera y pequeña pomarada. A escasos metros (unos 5 minutos) el camino se estrecha hasta formar una senda pegada al río y labrada en la caliza. Llegamos a la altura de unas bonitas cascadas .
Un poco después atravesaremos un túnel de alisos y avellanos y llegamos a la Olla de San Vicente. Sobre ella descubrimos una explanada adornada con frondosos tilos, un lugar idóneo para comerse un bocata o iniciar los preparativos para el baño.
El regreso por el mismo camino
También es interesante visitar en el pueblo de Caño antes de llegar a Tornín el Centro de Salmónidos, pozo salmonero donde el río salta infinidad de presas formando cascadas. Ojo si vais con niños