Es curiosidad reseñable que la titular del establecimiento es originaria de Chile, pero siguiendo los pasos de una hija suya decidió establecerse en tan recóndita aldea de ensueño.
Las raciones son grandes con lo que hay que ser comedido a la hora de pedir; los precios muy ajustados o sea económico, dada la calidad de los productos que utiliza en sus fogones, todos de primera.
Son deliciosas las alubias verdinas con pulpo, la fabada, el cachopo (Ternera-queso-jamón) superlativo, el lechazo, el bacalao y sospecho que todo lo que te pueda ofrecerte Ana María salido de su cocina. Buenos postres: un helado de avellana sorprendente, un arroz con leche difícil de mejorar,....y no dejes de mejorar tu digestión con una infusión de te de los montes de Redes, una especie digestiva muy agradable que se estila también mucho por los pueblos de Liébana. Por último si eres amante de los chupitos, preparan un aguardiente de uvas característica de su lejana tierra: el Pisco Sawer. Como te planteo después andar, puedes permitirte probar algo distinto, que seguro no te dejará indiferente.
Después de tanta comida toca mover el esqueleto, que ayude a digerir el exceso e ilumine y despeje la mente, de tal suerte que el día se merezca una calificación sobresaliente. Hay muchos senderos por donde caminar según la medida que te proponga tu cuerpo, habla con Ana María o alguna de sus hijas, te indicarán, puedes subir al Cabecín e incluso hablar con alguno de los 4 vecinos en 2 casas que allí residen, e incluso continuar hasta el alto donde verás espectaculares paisajes, que pasarán por tu retina y se alojarán cómodamente en tu cerebro por mucho tiempo. También superinteresante el paseo hasta el vecino pueblo de Moru, ya en el concejo limítrofe de Piloña, con entorno y parajes que tendrás la sensación de estar descubriendo.
A un poco de sol que os ilumine, te aseguro que podrás recordar y soñar con volver durante mucho tiempo.
Teléfonos: 652956711 - 620666771