El equipamiento estrena el sábado dia 18 de mayo de 2013, una vitrina sobre el hallazgo con una charla del arqueólogo Rogelio Estrada
La «excavación más rentable de la historia» parece que va camino de recibir un justo reconocimiento. Con esas palabras en clave económica define el arqueólogo Rogelio Estrada los trabajos realizados en la localidad piloñesa de Argandenes, al lado de San Román a comienzos del año 2011, que supusieron el descubrimiento de unas tumbas cuya datación aún se desconoce, pero que serán las protagonistas de los actos conmemorativos del «Día internacional de los museos» en el Museo Arqueológico de Oviedo el próximo sábado.
El
propio equipamiento, que ya lleva exponiendo algunos de los objetos extraídos
en la excavación dirigida por Estrada desde el pasado agosto, dará un paso más
en el reconocimiento de estos descubrimientos, dedicándoles una vitrina de
manera permanente en la segunda planta, que será presentada oficialmente con
una charla protagonizada por el arqueólogo, a partir de la una de la tarde.
En
dicha vitrina se mostrarán varios objetos hallados en las tumbas del panteón,
de unos nueve metros cuadrados, en el que se hallaron restos de quince personas
que habrían habitado la zona entre los siglos V y VII, aproximadamente. Entre
esos objetos están un cinturón con apliques que fue encontrado junto a una
especie de puñal, además de otros objetos de bisutería de la época como anillos
y pendientes, que irán acompañados de reproducciones gráficas y textos
explicativos.
Una
muestra que se espera sirva de impulso para unas investigaciones que siguen
pendientes de la prueba del carbono 14 para saber su datación aproximada,
información que sería esencial para dictaminar la verdadera importancia de unos
restos que también precisarían de nuevas excavaciones para terminar con la gran
duda de los arqueólogos. «No descartamos que en los alrededores de la
excavación haya una villa romana, pero habría que excavar más», explica Rogelio
Estrada, señalando que la relevancia del panteón sería aún mayor en el caso de
que no existiera esta construcción. «De no estar dentro de un complejo romano
estaríamos ante el hallazgo de un edículo único en el entorno rural», añade el
arqueólogo, dando por hecho que en ese caso se trataría de una construcción
tardorromana denominada «super hominem mortuum», de las que existen testimonios
escritos pero no físicos fuera de los entornos urbanos en toda Europa.
Sin
embargo, no parece que de momento la Consejería de Cultura, cuyo presupuesto se
ha reducido de manera drástica para este tipo de actuaciones, esté por la labor
de dedicar inversión alguna en una investigación para la que hasta hoy aportó
únicamente algo más de 2.000 euros con motivo de la primera excavación,
teniendo que ser asumidos el resto de gastos por parte del arqueólogo.
No
obstante, los investigadores aseguran que ya con el informe cerrado y
trasladado a la Consejería, ésta ha mostrado un mayor interés por el yacimiento
y es posible que próximamente pueda realizarse una prueba del carbono 14 con
ayuda pública que permitiría seguir avanzando en los misterios que encierra el
panteón piloñés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario